Desde que en 1979 ví en televisión el documental "El Testigo Silencioso". Me he sentido atraido por esta reliquia en la que aparece la misteriosa imágen de un hombre que al igual que Jesucristo fue torturado y crucificado. Pertenezco desde 1988 al Centro Español de Sindonología siendo el socio más antiguo de Andalucía y el primer socio de fuera de Valencia que es donde tiene su sede el centro.
El rostro de la Sindone me sirvió de inspiración para esta obra de 1997.
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